Ajuste de botas de esquí
Los profesionales que trabajan en Biomotionlab son unos enamorados de la práctica del esquí, a parte de ser podólogos deportivos con gran experiencia en podología en el esquí, también lo practican desde hace años. Sabemos que este deporte requiere una preparación física y técnica muy importante para evitar lesiones. El control de la independencia de extremidades inferiores es fundamental para evitar lesiones, al igual que el desarrollo de la misma fuerza en ambas extremidades, por lo que un correcto ajuste de las botas de esquí es importante. Estos factores nos permitirán practicar este deporte minimizando los riesgos. Tenemos que recalcar que una excesiva fatiga puede ocasionar graves lesiones, fundamentalmente en la rodilla.
Al analizar un esquiador observamos un comportamiento parecido en ambas extremidades inferiores en la inclinación del esquiador hacia el interior de la curva. Esto se produce por la velocidad y las fuerzas externas que el esquiador debe contrarrestar para poder dirigir los esquís hacia la trayectoria elegida.
También observamos que, al mismo tiempo, la pierna externa se inclina más tiempo que la interna, ya que es la encargada de contrarrestar las fuerzas externas, mientras que la pierna interna es la motora en el inicio de la siguiente curva.
Al esquiar, los cambios de cantos son habituales y estás funciones se van alternando de una pierna a la otra a lo largo del descenso.
La colocación del cuerpo conlleva una menor inclinación que las extremidades inferiores, y todos los ejes del cuerpo (tobillo, rodilla, cadera y hombro) quedan más o menos paralelos. Todo ello nos permite cantear más, pero sobretodo, poder distribuir uniformemente el peso sobre ambos esquís.
Una óptima funcionalidad podal nos implicará una perfecta posición de dicha articulación (coxo femoral), al igual que la utilización de los bastones. A medida que avanza la mano buscando clavar a la máxima pendiente, las caderas se van angulando progresivamente. Esto nos permite acercar más al suelo ésa mano que va a clavar y también al descender la mano a la máxima pendiente, hace a su vez que las caderas se angulen más.
La botas de esquí ferulizan prácticamente la flexión de tobillos y al intentarlo se produce una flexión de rodillas. En cambio la articulación de la rodilla no tiene restricciones y puede flexionarse hasta angulaciones máximas.
El tobillo, como el pie, del que forma parte, está lleno de sensores cinestésicos, los cuales nos aportan una mejor capacidad de reacción y de equilibrio, al recibir información de lo que ocurre entre los pies, los esquís y el suelo. Por eso contemplamos los pies como una parte imprescindible para la práctica del esquí aunque con esto no pretendemos afirmar que sea lo único a utilizar ya que también es muy importante la flexión de las rodillas y la anteposición de tronco superior, manos e inclinación de la espalda para absorber la compresión.
En Biomotionlab encontrarás profesionales que sabrán entender tus necesidades así como ajustar tus botas de esquí para que se amolden perfectamente a ti, ya que los profesionales responsables del tratamiento practican este deporte todas las temporadas y algunos han colaborado en estudios con La escuela oficial de La Molina y La Masella.
En nuestras clínicas contamos con taller especializado para poder realizar deformación de carcasas, botines inyectados y termoconformados, paddings de descarga, actuación sobre tu botín, plantillas personalizadas para el esqui y/o si el paciente lo prefiere, la fabricación de una bota totalmente realizada a medida, tanto la carcasa como el botín, tomando como base varias marcas de renombre como Salomon, Head o Atomic.